5.2.10

¿Creerás?

Muchas veces en el camino de cada día hemos vivido cosas buenas, cosas malas, cosas alegres y tambien cosas terribles. Desgraciadamente cuando la alegría está presente en nosotros, muy pocos hacemos la consideración de que aquella dicha es dada por Nuestro Señor y los otros muchos nos olvidamos por completo o le atribuimos a nuestra humanidad ese sentimiento. Por consecuencia dejamos de agradecer las cosas buenas que recibimos de Dios y nos olvidamos por completo de creer.
Es cuando viene lo indeseable a nuestras vidas que volteamos los ojos al cielo tratando de encontrar entre las nubes a un Dios a quien hace tiempo no buscamos. Desafortunadamente, sucede que no hallamos nada, ya que la humanidad con la que nos hemos cubierto no permite que abramos nuestros ojos y creamos en aquel quien hizo tantas cosas por nosotros, cosas que no podriamos alcanzar a enumerar y cosas tan maravillosas como la vida eterna.
La razón, componente de nuestra humanidad, es una barrera tan fuerte contra la que debemos lidiar diariamente. Ésta barrera es la causante de que seamos tan escépticos y tengámos que ser convencidos a través de cualquiera de nuestros sentidos; sobresaliendo la vista o el tacto.
Desgraciadamente para nuestra humanidad y Afortunadamente para nuestra espiritualidad, nuestra vida tiene que alinearse sobre una base extrasensorial, esto es, la fe.
Y, ¿que es la fe?, es simple definirla, sin embargo es dificil alcanzarla. La fe, es estar completamente convencidos de que mañana sera un día estupendo cuando el día de hoy ha sido de lo peor; la fe, es estar totalmente agradecido de lo que vendrá de parte de Dios en el futuro cuando lo que se vive es miseria; miseria espiritual, miseria emocional o simplemente miseria económica.
Como humanos, ciertamente podremos cuestionar la existencia de la fe. Pero si dejamos poco a poco de pensar con el cerebro y empezamos a pensar como seres extraterrestres (no de ésta tierra) con el corazón, seguramente llegará el momento en el que un grano de mostaza será la medida perfecta para nuestra vida.
Tal ves aún no alcanzamos apenas un nivel mínimo de fe, pero no desistamos, invitemonos a agradecer, a poner nuestra confianza en Dios y sobre todo a creer que existe un ser sobrenatural que aunque no lo vemos, no lo tocamos o no lo escuchamos; lo podemos sentir con el simple hecho de creer que él se encuentra ahí.

Creere.